Conclusión

El pesimismo de Naur sobre la documentación es válido pero más acotado de lo que frecuentemente se supone.
Lo Que Naur Acertó
Se aplica específicamente a la documentación técnica que describe artefactos mientras presupone la teoría necesaria para entenderlos.
Tal documentación te dice QUÉ y CÓMO pero no POR QUÉ y CUÁNDO. Sirve a quienes ya tienen la teoría como recordatorio. Falla para quienes necesitan adquirir la teoría como educación.
Lo Que Naur No Previó
La documentación centrada en teoría—el tipo que ha transmitido exitosamente entendimiento filosófico, matemático y científico a través de generaciones—no está sujeta a la misma crítica.
La colaboración humano-IA crea condiciones novedosas que hacen más probable la transmisión de teoría:
- Articulación forzada — El interlocutor hace explícito el conocimiento implícito
- Diálogo preservado — Se captura el razonamiento, no solo las conclusiones
- Iteración con menor fricción — La documentación puede evolucionar con el entendimiento
Estas no “resuelven” el problema de documentación. Mejoran las probabilidades.
El Desafío Permanece
El desafío que Naur identificó permanece: la teoría se construye en las mentes, y la documentación es a lo sumo material para la reconstrucción de teoría, no la teoría misma.
Pero con prácticas apropiadas, podemos crear documentación que mejor apoye esta reconstrucción—documentación que sea resiliente a la teoría de maneras que Naur no podría haber anticipado, aunque no alcance el objetivo imposible de capturar la teoría completamente.
La Luz a Través del Documento
El documento no es la teoría. Es un medio a través del cual la luz pasa—imperfectamente, con pérdida, pero suficientemente para iluminar del otro lado.
Nuestro objetivo no es atrapar luz en papel sino hacer el papel lo suficientemente traslúcido para que la luz pueda pasar a través.
Este documento está vivo. Evoluciona con nuestra práctica.